Fiestas de cumpleaños de 1 año (Parte 3)
Características que hay que tener en cuenta para festejar un cumpleaños de un año.
A los 12 meses, los bebés aun disfrutan explorando todo tipo de texturas metiéndose en la boca los objetos que llegan a sus manos. En este momento, seguramente se ríen encantadoramente ante las expresiones graciosas de sus seres queridos, buscando imitar gestos y palabras del entorno cotidiano. Sin embargo, el rostro de personas extrañas y muy especialmente de personas disfrazadas con la cara cubierta puede sorprenderlos y asustarlos, llorando desconsoladamente mientras buscan los brazos de mamá o de un referente adulto que habitualmente les brinda consuelo y seguridad. Es importante entender esta característica de la edad, respetarla y no forzar a los pequeños a que “entiendan” que el payaso (o mickey, o barney o ¡el verdulero con barba de la esquina!) es un encanto de persona.
Es posible que digan varias cosas con un estilo personal (como los nombres de las personas de la familia y de algunos alimentos favoritos, entre ellos ¡teta o chupete y mamadera!) y que se sientan complacidos cuando se los comprende. Sin embargo, sus principales recursos para hacerse entender no pasan aun por la palabra. Se expresan perfectamente… solo que hay que saber interpretar sus gestos, sonidos, risas y llantos de manera adecuada. Este interés por parte del adulto o niños mayores acerca de sus intenciones de comunicación los alentará a seguir avanzando en la apropiación del habla y los estimulará haciéndolos sentir confianza en sí mismos.
A los 12 meses, la gran mayoría de los bebés ya gatean, aunque algunos tal vez no gateen nunca, y directamente busquen pararse. Se convierten en grandes deambuladores y literalmente “toman” la casa, disfrutando enormemente al explorar cada alacena, puerta, biblioteca y cajón disponible, en especial donde se guardan las cacerolas y los zapatos, objeto que se llevan a la boca como si de un exquisito sandwich se tratara. En esta etapa algunos bebés se paran e intentan desplazarse sosteniéndose en los distintos muebles. Algunos bebés ya caminan, otros se tomarán un tiempo, ambas situaciones son esperables. Sin embargo, prácticamente todos los bebés de 12 meses (hayan gateado o no, caminen o no) buscan trepar, sosteniéndose de los elementos que tienen cerca. Por ello, pueden llegar a subir escaleras, tirar de manteles, cortinas y trepar bibliotecas, camas, sillas, sillones cajas o marcos de ventanas. Naturalemente, se ponen en situaciones de riesgo y deben estar bajo el permanente cuidado de un adulto responsable y atento.
Paulatinamente comienzan a integrar nuevos personajes fuera del entorno familiar cercano, como algunos vecinitos, otros niños en la plaza, bebés y animalitos (perros, gatos y pájaros están primeros en la lista) así como objetos de su interés, en especial si se desplazan o giran, tales como pelotas, volantes, ruedas, aviones, autos, y bicicletas. Les atraen especialmente los juegos de arrastre y de balanceo, juegan a vaciar y meter objetos en baldes, cajas, encastres, y adoran derribar torres y otro tipo de construcciones (de cubos, de arena, de tela). Es habitual que se sientan muy a gusto jugando con y en el agua.
Los espacios cerrados donde a veces se pasan muchas horas como restaurantes, shoppings y supermercados suelen ser una mala elección para ir con niños de esta edad. No podremos disfrutar de nuestra salida como deseamos y ellos probablemente se sientan molestos, aburridos y fastidiados dado que no pueden deambular con libertad (es peligroso), no pueden explorar el entorno (¡eso no se toca!) y hay un exceso de personas desconocidas que muchas veces los quieren saludar (porque nuestro bebé es un verdadero encanto). Por el contrario, la vida al aire libre es una excelente opción, en contacto con la naturaleza, pudiendo explorar en libertad y a gusto los alrededores, donde haya también otros niños jugando. La opción ideal, entonces, es la plaza, el parque u otro lugar natural que nos guste y nos quede cerca.
Si bien aun no juega con otros niños, se deleita jugando en compañía de otros pequeños. Esto se conoce como juego paralelo y es un gran campo de aprendizaje para la socialización. Si notamos que junto a otros niños (por ejemplo en la plaza, de visita en lo de un amigo, con los hermanos y primos, etc.) no quiere compartir sus juguetes sino que, por el contrario, quiere quedarse con los de los demás, es importante que sepamos que ésta es la característica de la edad y no de nuestro hijo en particular. Las situaciones de juego con otros son muy importantes y lo estimulan en muchos sentidos, generándole constantes aprendizajes que lo llevarán poco a poco al juego de interacción con otros. Pero sepamos que para ello falta aun un largo tramo, tal vez dos o tres años más. Por ello es muy importante que en las propuestas de juego organizadas, como podría ser en un cumpleaños, haya una cantidad suficiente de objetos y elementos para que todos y cada uno de los niños presentes pueda jugar con ellos al mismo tiempo. Esto evitará los enojos y las frustraciones generalizadas.
Un detalle más:
Si bien a esta edad suelen hacer berrinches para dormir, la siesta (una o dos por día) siguen siendo una necesidad de su organismo y saltearla puede derivar en un día realmente complicado para toda la familia…
Nota escrita por Fernanda Raiti
Fiestas de cumpleaños de 1 año
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